miércoles, agosto 02, 2006

En la fragua de las enfermedades




(Segunda parte) Por Moisés Iturbides


En memoria de Salvador Pittaluga, maestro de periodistas, de quien siempre estaré orgulloso de haber sido su alumno y que en una ocasión manifestó su intención de que lleváramos La Escuela de la Salud Natural a las aulas del Instituto Dominicano de Periodismo (IDP).

“Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento”. Hipócrates, padre de la medicina.

En la entrega pasada, en parte enfocamos el daño causado por los preservantes en los alimentos, pero por falta de espacio no abarcamos los sulfitos (sulfuro de azufre); que como los benzoicos son permitidos por las autoridades porque no son cancerígenos, y así es. No hay evidencia científica de que estos se acumulen en el organismo ni causen cáncer pero deben usarse en cantidades moderadas.
El problema es que con la demanda actual y el crecimiento masivo de los que consumen alimentos procesados y crudos almacenados, los fabricantes y procesadores están usando cada vez cantidades más elevadas de estos químicos muy por encima de los niveles recomendados y producen alergia e irritaciones, lo que viene a producir estrés orgánico y alteración de las funciones del sistema inmunológico, una combinación peligrosa que puede causar una serie de condiciones médicas que serán bautizadas con el simpático nombre de “Síntomas” que sin duda van a declarar una guerra entre sus organismos y el campo de batalla será su cuerpecito.
Los sulfitos estan en los vinos, en todos, menos en los orgánicos y tal vez estos los tienen, pero en cantidades moderadas; en muchas regiones europeas son prohibidos
Tambien están en los vegetales y frutas, en las carnes y pescados; existen jabones especiales en las tiendas naturistas y orgánicas para lavarlos. Las ensaladas empacadas como las “Cesar y Garden” están repletas de Sulfito y este químico que se obtiene con la combustión del azufre es el responsable de la mayoría de de las migrañas de nuestros días, de las neuralgias y las disfunciones digestivas, porque nuestro organismo no puede eliminar adecuadamente la cantidad de estos compuestos dañinos, lo que quiero decir es que usted se está envenenando lentamente.
El mayor problema es que este químico que lo produce nuestro cuerpo en algunas enzimas se elimina con una enzima específica que liberan el riñón, el hígado y el corazón; que probablemente no se produce en la cantidad necesaria ante la enorme intoxicación de sulfitos que consume la mayoría de las gentes hoy día, por lo que el sulfito inorgánico dura más de lo posible en el organismo causando irritaciones, alergias y mal funcionamiento celular, glandular, hormonal e inmunológico.
He observado que algunos amigos y pacientes me han reportado que les sube la presión arterial luego de la ingesta de vinos, irónicamente cuando se está recomendando tomar vino con moderación para el corazón y no lo dudo, pero tendrían que ser vinos orgánicos.
Otro problema es que en forma de gas licuado a presión (Anhídrido sulfuroso) aunque combate bacterias y mohos, interfiere en las propiedades gustativas de los alimentos y destruye la tiamina (vitamina B1) que pertenece al grupo del complejo “B” cuya asimilación no es posible si le falta una como su nombre lo indica “complejo” que significa conjunto.
Los más viejitos sabemos que los vinos de antes no causaban tantos malestares como la resaca, dolores de cabeza y nauseas aparte de la debilidad que se siente el día después, lo cual tiene su explicación en que interfiere a las vitaminas “B” o como hemos indicado destruye la “B1” pero sin ésta no es posible la completa asimilación de las otras, de ahí la falta de energía de las resacas modernas, porque muchos otros licores y alcoholes tambien tienen sulfitos aunque no lo indiquen sus etiquetas.
En Colonia Alemania está prohibido desde el siglo XV incluso para uso en las cervezas, vinos y licores; desde entonces lo han hecho otras regiones no sólo alemanas, sino en toda Europa.
Como vivir y alimentarse correctamente
El intestino es el ángel guardián de la sangre, la sangre es el ángel guardián del hígado y el hígado es el ángel guardián de las hormonas y las enzimas
(Principio de la medicina Ayurvédica)
En la entrada de esta entrega hicimos una cita hipocrática. Ahora introducimos un concepto ayurvédico que desde el año 2000 lo adoptó la Academia Estadounidense de Medicina del Medioambiente, por considerarlo acertado y con base científica.
Para entrar en materia veamos ahora los problemas gastrointestinales.
Para entenderlos es necesario que les de algunas ilustraciones de Anatomía Fisiológica.
El tracto Gastro Intestinal (GI) es el órgano encargado de la absorción de los nutrientes de los alimentos de la tierra por lo que “somos lo que somos” Valga la redundancia.
Todo átomo, toda enzima y sustancia química necesaria para el funcionamiento de nuestro cuerpo que entra en nuestro sistema es absorbida en el tracto GI, es la forma de adquirir energía y al mismo tiempo de eliminar toxinas y desechos a los que nos exponemos cada día.
Por la boca muere el pez
Por la boca empieza todo, y hasta la forma correcta de introducir los alimentos en ella tiene sus especificaciones, no solo saludables sino tambien sociales y de etiqueta y protocolo, pero dejémosle ese tema a la bella Lisette Montolío.
Recomendamos introducir en la boca pequeñas cantidades y masticarlas bien; se recomienda de 12 a 15 masticadas por bocado. Muchos problemas de salud comienzan aquí precisamente, cuando se come apresurado y la masticación no es completa. Ese proceso, a más de necesario para la deglutación, prepara el estómago para recibir los alimentos y el mecanismo conlleva la correcta liberación de las enzimas y otras sustancias digestivas.
Se estima que el 60 por ciento del sistema inmunológico se encuentra en el tracto GI. que comienza con las amígdalas en la garganta. Muchas enfermedades sistémicas o corporales se asocian con la mala salud de las encías, pero este principio de diagnóstico no está debidamente entronizado en la medicina alopática. (Tradicionalmente las enfermedades orales y dentales están excluidas del currículum médico) Y esto se ha tratado desde el año 2000 en las publicaciones periódicas de la Asociación Médica Americana.
Han indicado además, que las embolias y los partos prematuros, ocurren 2.6 por ciento más en personas con enfermedades periodontológicas. La diabetes y las enfermedades del corazón estadísticamente ocurren hasta 2.7 por ciento más en personas con encías inflamadas.
La salud entra por la boca dice una viejo dicho popular.
En la próxima entrega enfocaremos el estómago, duodeno, páncreas, hígado, intestino delgado e intestino grueso.
Gracias amigos.
Haga sus preguntas y sugerencias en:
miturbides@yahoo.com

Volver al Directorio:

http://moises-iturbides.blogspot.com

No hay comentarios.: