miércoles, agosto 23, 2006

El ruido afecta la salud y disminuye la actividad sexual

Vivimos un mundo ruidoso los efectos del ruido son devastadores para nuestra salud, las discotecas y los bares en los barrios, los carros con instrumentos instalados hasta de 1000 decibeles (db) los niveles de ruidos aceptables establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son 65 (db) en el hogar y 80 en los centros de trabajo, edificios públicos, centros comerciales, y restaurantes y discotecas, etc.

Pero ¿qué son 65 decibeles? Su licuadora produce de 65 a 70 (db) el televisor moderado produce de 70 a 80, después de ver la TV durante dos horas por ejemplo, antes de ir a la cama; los niños no tendrán un sueño de calidad, al día siguiente estarán cansados, somnolientos y no querrán ir a la escuela, los adultos que se exponen a largas horas de ruido por las tardes y las horas después de la cena con la música o la TV tambien se levantaran agotados y verán severamente disminuidos sus capacidades intelectuales y físicas, el ruido a hecho perder su trabajo a millones de personas, es aditivo, millones andan como parias por sus efectos dañinos, se notan cansados no consiguen trabajo se muestran infelices que es otra causa de enfermedad y la vida se les hace una barrera de púas insalvable generalmente son adictos al ruido musical, oyen música a niveles muy altos. Se refugian en la música alta para aliviar sus frustraciones y esa puede ser la causa de sus fracasos.

En dominicana los llamados colmadones que he llamado engendros del demonio porque están enclavados en el centro de las comunidades en cada esquina con sofisticados equipos de música afectan a todos los vecinos, la ciudadanía no puede dormir y las estadísticas revelan un alto número de accidentes en las mañanas un conductor del transporte público o quien sea que haya estado sometido a la tortura de un colmadón toda la noche y hasta 24 horas de acoso del ruido no puede manejar un vehículo en condiciones de seguridad, su visión esta afectada, su audición, sus reflejos y su mente, en estas condiciones si no se tiene un accidente es porque la Divina Providencia ha intercedido y conductores en las condiciones que he descrito abundan en las ciudades y pueblos dominicanos.

Juan el gordo como todos lo conocen instaló el primer colmadón en la famosa javilla de de la Correa y Cidrón en los alrededores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) a principios de la década del 70, y en poco tiempo se fue propagando la idea, la historia de Juan es fascinante pero eso es material para otro trabajo, mientras tanto les digo que Juan que es un formidable amigo, Lo he tratado en Miami, por sus problemas de salud, es adicto al ruido, se apartó de los colmadones pero en su casa la música es insoportable aunque se ha dedicado a otras actividades no creo que recupere su salud hasta tanto abandone el ruido. Escribo esto porque Juan es hoy opuesto a los colmadones y me ha autorizado como periodista y como terapeuta a citarlo en mi lucha contra el ruido.

En los diarios dominicanos hoy mismo, el nuevo Procurador General de la República dijo que hará una campaña contra ruidos ¡Enhorabuena! Hacía falta que alguien tomara la iniciativa porque la policia actúa contra los ruidos y los fiscales y jueces descargan a los infractores es bueno decir que en dominicana hay vigente una Ley contra ruidos desde la era de Trujillo, fue una época de oprobio pero que tenía cosas aprovechables nadie en ciudades, municipios, comunidades interurbanas o rurales podía tocar bocinas vehiculares después de las 10 de la noche, los bares estaban en zonas comerciales específicas y aún así la música era bajada a las doce de la noche y en los sectores de viviendas ciudadanas a las 10. Gracias amigos. (MI)

A continuación les dejo un informe de la (OMS).

El ruido es parte de la contaminación ambiental y afecta seriamente a la capacidad auditiva de quienes lo sufren, a la vez que ejerce una influencia negativa, propiciando otros trastornos del organismo. Los efectos nocivos del ruido sobre la salud van desde las alteraciones cardiovasculares y del sueño, hasta la disminución del apetito sexual.

Pero, ¿qué es el ruido?

El ruido es un sonido carente de un significado, incapaz de aportar elementos de conocimiento o interés. En otros casos, sonidos significativos como la música, pueden convertirse en "ruido" por sobrepasar un nivel saludable para la audición. Más allá de su intensidad, aunque siempre es más perturbador cuanto más agresivo, es algo molesto que nos perturba según las características de cada individuo y de las pautas culturales de cada país. Aunque forme parte de nuestro entorno, una excesiva exposición puede resultar perjudicial.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el 76% de la población que vive en los grandes centros urbanos sufre un impacto acústico muy superior al recomendable. Según las estadísticas, y después de Japón, España, por ejemplo, es uno de los países más ruidosos del mundo y Madrid la ciudad más sono-polucionada de Europa.

Muchas veces, sus habitantes sufren de estrés, irritabilidad, hipertensión, cefaleas, taquicardias, fatiga, sordera, aceleración cardiaca, problemas del sueño, molestias digestivas y disminución de la capacidad sexual, al tiempo que contribuye al aumento de accidentes.

El hombre moderno está sometido a la agresión de ondas sonoras que lesionan su capacidad auditiva. En Europa, por ejemplo, se estima que 80 millones de personas padecen alteraciones auditivas.

El tráfico es el principal responsable de la contaminación acústica de las grandes ciudades. Los otros focos causantes del ruido son las obras públicas, las cercanías de los aeropuertos y el ruido social y la actividad nocturna.

Las consecuencias del ruido suelen no manifestarse hasta años después de su acción, y su principal consecuencia es la pérdida auditiva que puede derivar, en el peor de los casos, en una sordera permanente.

Los niveles de ruido constantes, aunque no superen los niveles máximos permitidos, aceleran el proceso de esta enfermedad, de tal forma que tenemos un oído mucho más viejo del que correspondería a nuestra edad fisiológica.

En otras ocasiones la exposición a ruidos de poca duración, pero de gran intensidad, precipitan este trastorno irreversible y para la que no existe tratamiento alguno. Los expertos recuerdan en este punto que los audífonos, aunque son una ayuda, no permiten oír con total claridad.
Muchos jóvenes de hoy sufrirán trastornos auditivos en el futuro.

El uso excesivo de reproductores de CD y radios con auriculares, y el volumen de la música en las discotecas provocan cada vez más problemas auditivos en este grupo de población. El oído tarda alrededor de 36 horas en recuperar la sensibilidad auditiva normal, después de estar sometido una noche a la música atronadora de una discoteca.

Vea declaraciones del Procurador:
PROCURADOR ANUNCIA ACTUARÁ CONTRA RUIDOS EN DOMINICANA


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