lunes, septiembre 11, 2006

Cuidado con la enfermedades de transmisión sexual


Con las enfermedades de transmisión sexual nos pasa lo mismo que al enfrentar otros peligros de la vida diaria, padecemos cierta morbosa resignación a la aceptación de lo que nos sobrevenga, no estamos educados para la prevención, sin embargo la infecciones de transmisión sexual pueden ser prevenibles como otras enfermedades que van desde la simple gripe hasta el cáncer o las cardiovasculares e infectocontagiosas no de transmisión sexual.
Lo cierto es que se habla del descuido de la higiene y pureza sexual pero en la realidad somos descuidados de la salud en general, se gastan millones de millones de dólares o sus equivalentes en todas las monedas del mundo para que la gente deje de fumar con la amarga experiencia de que los fumadores aumentan cada año, así sucede con el SIDA, el alcohol y en fin con todo lo prevenible. Definitivamente la prevención al parecer no es materia de nuestra cultura y sociedad.
Padecemos la tendencia a creer que somos inmunes y la experiencia diaria nos dice que no somos inmune de nada, sencillamente somos vulnerables a las enfermedades y las consultas a las especialidades médicas y de salud natural nos dan las razones la gente viene a la consulta cuando ya es tarde, muy tarde o definitivamente inútil y nos pasa a todos; es una constante de nuestros días.
Pero concretamente y en el caso que nos ocupa. Las enfermedades de transmisión sexual somos definitivamente descuidados, mientras éstas van en aumento día a día a pesar de que existen programas de prevención gratis en todo el mundo. Podemos comparar la pandemia de las enfermedades de transmisión sexual con una especie de terrorismo de la naturaleza contra el desenfreno, la depravación, promiscuidad y la poligamia, pero sobre todo contra el descuido y la falta de prevención.
Hace cincuenta años las enfermedades de transmisión sexual (ETS) eran solo dos y prevenibles como todas, pero algunos fármacos las curaban o las escondían y se fueron manifestando luego en forma de nuevos síntomas se trató inicialmente de Sífilis y gonorrea, luego aparecieron las incontrolables e incurables pero no por ello, no prevenibles; como la familia de los herpes, muy comunes en Europa y América, primos del virus del papiloma humano, verruga genital o papilomas venéreos, chamcroides (causado por bacteria transmisible sexualmente) la enfermedad de la inflamación de la pelvis, gonorrea como ya hemos indicado, granuloma inguinal tambien conocido como granuloma venéreo y causado por bacteria transmisible, y las diminutas e incómodas ladillas.
Además el linfogranuloma venéreo (LGV) Es un virus tan poderoso que se contagia al simple contacto del semen con las membranas mucosas y la piel de las areas genitales, bucales y de los ojos, la monilia, a veces llamada candidiasis o levadura (Yeast ) en inglés, es un hongo; la realidad es que ambas andan juntas y viven en el área vaginal, la boca y el intestino grueso, la sífilis, la uretritis no específica (UNE) Tricomoniasis, y vaginitis.
Consejos:
El uso del preservativo, es imprescindible y a pesar de que está demostrada su alta eficacia, hay personas de ambos sexos que rechazan su uso, logrando convencer a las parejas de que es innecesario.
Antes y después del contacto sexual se realizará un lavado genital, con abundante agua y jabón.
Orinar después del coito, ya que con la micción se arrastran algunos gérmenes y se produce una limpieza de las vías urinarias.
No realizar penetraciones vaginales después de realizar una penetración anal.
Sobre el uso del preservativo es necesario tener en cuenta:
Nunca se debe usar si el envase ha estado abierto, ya que se deteriora si se guarda fuera de su envase original o se mantiene en lugares calurosos y húmedos.
No usarlo si ha estado expuesto a altas temperaturas.
No utilizarlo si se detecta que está roto, pinchado o ha sobrepasado su fecha de caducidad.
Desenrollarlo sólo en el momento de colocarlo y hacerlo con el pene en erección.
Dejar un espacio pequeño en la punta para que no haya presión del semen el momento de la eyaculación que ponga en riesgo la rotura del condón.
Al retirarlo, después de eyacular, se tendrá cuidado de sujetar con los dedos la parte posterior (donde está el anillo) para evitar que se quede en la vagina con posible derrame de semen dentro de ella.
Desecharlo adecuadamente después de usado.
Si se usa un lubricante íntimo -como parte del juego erótico o para evitar irritaciones o erosiones en la pared vaginal o anal que facilitan la entrada de agentes infecciosos- se deben evitar los lubricantes derivados del petróleo (lanolina, vaselina o similares) ya que afectan al látex y fácilmente se rompe el preservativo.
Si se ha realizado actividad sexual con penetración anal, no se efectuará posteriormente vaginal, salvo que se cambie de preservativo. Si éste no se utilizó en la penetración anal, se deberá lavar concienzudamente el pene con agua y jabón, para evitar el riesgo de vaginitis por la entrada de gérmenes a la vagina, procedentes del recto (sobre todo el Escherichia coli). Gracias amigos, volveré con ustedes si Dios permite. Moisés Iturbides.
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